Roy Lichtenstein ese gran olvidado del Pop Art

Uno de los autores más relegados al segundo plano durante el histórico movimiento del Pop Art dedicó gran parte de su excepcional obra artística al 9º arte: el Cómic…

Swimming girl with mirror image
fuente: Cea

El movimiento de los años sesenta y capitalizado por la sociedad de consumo,  “celebrities” y los “mass media”, incluso hasta hoy,  por el indiscutido Warhol, dejaba pocos minutos de gloria a uno de los grandes exponentes del estilo y concepto en el arte del cómic de aquel tiempo.

Detalle Roy Litchenstein imagen
fuente: Domitilla Ferrari

Lichtenstein ha sentado las bases de la mayor parte de recursos, fuentes, estilos, guiños y acciones que conocemos hoy día al ojear y disfrutar de viñetas de nuestros personajes favoritos. Su idea de que el arte del cómic reflejara una disposición de las gamas cromáticas muy definidas, llamativas, así como la tipografía, la ubcación de las imágenes, el tratamiento de los personajes o la inclusión de texturas han ido creando escuela a lo largo de los años y muchos de esos procedimientos se emplean en publicidad gráfica y diseño publicitario.

Times Square New York mural por Roy Lichtenstein imagen
fuente: Paul Lowry

El dibujante norteamericano escogía realmente aquellos motivos, conceptos o elementos que presentaran un mensaje trascendente e impactante para el espectador.

Roy Lichenstein retrato imagen
fuente: Cea

 

 

 

“Poseen carácter impersonal y mecánico”

Otra de sus conocidas características de su estilo y pintura es, sin duda, la reducción de muestras y elementos de expresiones faciales así como la simplificación de los elementos, formas y objetos en el diseño de sus creaciones. Reunifica los colores en la elaboración de tramas y texturas para sus ilustraciones y, finalmente, reelabora tipográficamente los textos aparecidos en sus piezas.

Escultura realizada por Lichtenstein imagen
fuente: @btaylor

Una de sus premisas durante su concepción artística, y mantenida hasta nuestros días, refuerza la idea de la hipersimplificación.       La paleta de colores  se convierte en un elemento anecdótico. Decide mostrar la pintura para lo que es o lo que puede llegar a ser y, por ello, entiende que Monet, Léger, Mondrian, Picasso o Cézanne son puntos de partida sobre los que evolucionar. Su intenso desarrollo artístico e intelectual le han valido reconocimiento en el siglo XX  y, durante épocas de recuperación económica en Estados Unidos, llegó a conocer acertadamente a Reginald Marsh. Este pintor influyó la nueva concepción social de la obra y vida de Roy, hasta el punto de expresar las emociones y expresiones norteamericanas típicamente realistas.

Hasta ese punto llegó la reflexión interna de su obra que, en ocasiones, sus personajes y contextos mostraban un trato diferente y gran contraste entre juego y seriedad, abstracción y realismo, héroes americanos, recursos procedentes del western y la mitología clásica reinterpretados por su propio estilo y lenguaje.

Muestra de Roy Lichtenstein imagen
fuente: Marcus Hansson

Junto a todas sus piezas e influencias, su forma de entender el arte del cómic y la expresividad denotan una estrecha relación entre pintura e historias, emociones y realidad, dotándolos de “una visión que se sale de la norma”.

La sociedad de masas, su percepción y sus consecuencias son el “alma máter” de su obra y de la corriente que le tocó vivir. Los objetos de uso diario de la sociedad de consumo son los protagonistas de este movimiento y se les dota de valor añadido.

Desde Agencia La Nave sí queremos, por unos minutos, rendir un más que merecido homenaje a uno de los padres del cómic y verdadero damnificado del Pop Art. Sabemos realmente cómo su colega Andy Warhol contribuyó a elevar al Olimpo ese estilo, gamas cromáticas y concepción, pero todos sabemos que los recursos de Roy Lichtenstein son un preciado valor que hoy día todos los públicos emplean en la construcción de mensajes.

 

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