¿Qué le sucede al lenguaje en las redes sociales? ¿Nos hemos olvidado de escribir bien gracias a Internet? En el Comunica 2.0 se planteó esta pregunta, si te lo perdiste, aquí te dejamos un resumen.
En Agencia La Nave hemos querido relacionar el contenido de las comunicaciones de los profesores Carlos Hernandez y Cristina Santandreu con la ponencia “Dime cómo escribes y te diré cómo eres” de la filóloga y asesora lingüística de la Fundación del Español Urgente (FUNDÉU) Judith González y el traductor, corrector y comunicador Xosé Castro.
Carlos Hernández nos habló de la brecha digital que existe por edades y países. Cada día el número de dispositivos con los que accedemos a Internet va creciendo y actualmente si no tienes un Smartphone te pierdes una parte de la “fiesta”, de la que el profesor calcula que terminaremos pagando la factura en el año 2024. Así día a día la brecha va aumentando y quien no tiene una alfabetización digital se va quedando atrás.
Esta brecha también se traduce en el lenguaje, llegando un punto en el que la gente a ambos lados de la brecha no se entienden mutuamente. Como comentó Cristina Santandreu, la sociedad de la información ha traído consigo un cambio en el lenguaje, una variante de la lengua derivada del uso de las nuevas tecnologías.
Para evitar esta jibarización de la gramática, esto es un proceso de reducción y simplificación con un mal uso de la gramática por la limitación del espación en carácteres, en la ponencia nos dieron unos cuantos consejos para escribir en internet.
Lo más importante es escribir bien puesto que los textos mal cuidados llevan a desconfiar del autor, esto es debido a que comunicar bien está relacionado con el éxito profesional. Además un texto con erratas fijará la atención del lector en los fallos y no en el contenido mismo del texto. Lo que está bien escrito está mejor considerado, además que le da mayor verosimilitud al contenido.
Lo que escribimos ofrece una visión de nosotros mismos que transmitimos a los que nos leen, la gente no recuerda lo que se les cuenta o se les enseña, ellos recuerdan lo que les hace sentir. Es por ello que siempre nos tenemos que poner al nivel del lector, o del cliente en el caso de las empresas cuando nos dirigimos a ellos: si no logramos comunicar con lo que escribimos no contratarán nuestros servicios.